Por Fabián Coelho
Advertencia: lo que viene a continuación es excesivo, infame, quizá insoportable, quizá ofensivo (de distintas maneras, en distintos grados). Desaconsejo por completo su lectura. Desistan ahora. Es tiempo.
Como sabemos (y los que no saben entérense), anualmente la Universidad de Los Andes realiza un concurso en los géneros de cuento, ensayo y poesía abierto a la participación del estudiantado (pregrado y postgrado) auspiciado por la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAES). El concurso ya lleva unas veinte ediciones y se puede decir que, con sus altibajos, ha premiado a gente que merecía y que no merecía ser premiada, como en todo concurso (este comentario, ahora que lo pienso, no tiene sentido).
Este año nos es grato, o me fue grato, saber que Pedro Varguillas (Maracay, 1988), estudiante de la Escuela de Letras y conductor de nuestro desaparecido espacio radial LA EXPULSIÓN DEL PARAÍSO, ha ganado el Concurso DAES mención poesía con Los poemas del payaso. El poemario será publicado el año próximo por la Universidad de Los Andes en una edición colectiva que recopile los textos ganadores del 2009.
Hecho el preámbulo, les cuento:
El sábado, pasada la medianoche, tuve la oportunidad (la fortuna, más bien) de que Pedro Varguillas, poeta recién galardonado con el DAES de poesía, me escribiera vía g-chat saludándome. Él estaba invisible, yo disponible. Él galardonado, yo insomne. Como es notorio, se trataba de una fortuna para mí. Procedí inmediatamente a interrogarlo. Me habló (más bien me mandó el link) de una escuálida entrevista (la ponderación es mía) que le habían hecho en el Diario Los Andes, con preguntas tan... En fin. Está aquí: http://diariodelosandes.com/content/view/100558/105694/ si se quieren reír un rato. Las respuestas, por su lado, también dan para reír, pero para reír con y en raros casos para reírse de.
Retomo:
El sábado yo era un insomne afortunado que convencía a Pedro Varguillas, poeta recién galardonado con el DAES de poesía, de hacer una entrevista para este blog que está en un estado realmente deplorable de abandono, descuido, como la esposa obesa de un empresario exitoso con demasiadas mujeres disponibles y demasiada silicona al alcance de su mano y demasiado bótox para una felatio estupenda, como para dedicarle, si quiera, un recuerdo nostálgico en medio de un trago de whisky 18 años a la madre de sus hijos.
Vuelvo a retomar:
El sábado, insomne, convencía a Pedro Varguillas, poeta recién galardonado con el DAES de poesía, de que respondiera a una entrevista muy poco amable que le haría, una entrevista que, en todo caso, él entendía que no sería poco amable con él, sino con un montón de gente que para qué ponernos a mencionar. Así que la entrevista empezó. Usábamos, esta vez, el Messenger, debido a problemas (lentitud) de la conexión del poeta Varguillas por la vía g-chatiana que acostumbro, de un tiempo acá, a usar.
La entrevista ha sido retocada hasta el cansancio, hasta el punto de que hay cosas que he puesto en boca del poeta Varguillas que he dicho yo y viceversa. Cosas que nadie dijo en ese momento y ahora se agregan. Cosas suprimidas, por supuesto, como comentarios fuera de contexto (que sobraban y que fue lo que más trabajo dio a la hora de editar la entrevista) y la ortografía, claro, no podía faltar, fue revisada (y vaya trabajón, el poeta Varguillas, por ejemplo, está empeñado en que Gerbasi se escribe con “v”, supongo que por alguna reafirmación nacional leída entre líneas en Mi padre, el inmigrante). De modo que ya no estoy muy seguro de si todo lo que viene a continuación pertenece a la ficción porque, claro, ya sabemos, sí pertenece a esa otra realidad que es la virtual. De hecho, a veces tengo mis dudas de si era el poeta Varguillas el que estaba del otro lado y no algún imbécil o alguna imbécil burlándose de todo el asunto, impostando el estilo del poeta Varguillas que ya conocemos quienes lo conocemos (tiene varios blogs, revisen y verán de lo que les hablo). Así que, pues, con todo el riesgo de perder el tiempo leyendo una entrevista que quizá ni siquiera lo sea, que quizá nunca se dio, que quizá es un parapeto (otro más) de un par de expulsados del paraíso nostálgicos por los tiempos en que la literatura era un juego cotidiano que compartían cotidianamente y que ya, debido a distancias geográficas inmamables (la expresión se la debo a mi hermana y a una cola eterna en alguna arteria vial capitalina, siempre colapsada, siempre interminable, siempre inmamable), se ha vuelto esporádico, innecesario, impracticable, (y aquí les parecerá que está desfasada esta oración, pero claro, es por lo larga, revisen bien, quiten los paréntesis y se darán cuenta de que lo que viene a continuación está perfectamente coordinado con lo que aparece como diez líneas arriba, y disculpen, también, tanto paréntesis, en especial éste, que cuando se vuelven largos y en exceso explicativos tienden a complicar la lectura y a que uno abandone el texto (no sólo el que lo lee sino el que lo escribe), porque ya le ha perdido el hilo al discurso (que se ejecutaba en mí, como diría Cadenas), y, otra vez, nueva advertencia, ojo con lo que viene a continuación, no se me pierdan) los invito a ahorrarse la lectura de esta “entrevista” (las comillas, claro, son mías (o quizá de Pedro)) en caso de que estén esperando un texto medianamente serio, y que, si no se han dado cuenta en este punto, tampoco hallarán en lo que sigue, así que mejor evitarlo y ponerse a hacer otras cosas, porque quizá, también (vaya con estos expulsados), podamos estar diciendo algo que les incomode, algo donde alguno de ustedes se sienta aludido, ofendido. Si es el caso, sepa que era toda nuestra intención. Y si no, perdonen si en algo nos hemos equivocado. Así que ya saben, los que pasen de aquí (si alguno osare), o mejor dicho, si alguien ha llegado hasta aquí y aun así pretendiere continuar, reciba mi más complacido saludo. Es usted un absoluto desocupado. ¡Salud!
Así que vayamos a lo que nos ocupa:
La entrevista empieza…
Pedro Varguillas: Bueno, ¿cuándo le damos con la entrevista?
Fabián Coelho: Ya mismo.
PV: *oño, Fabián. Tengo sueño y estoy medio prendido.
FC: Pero así es que te quiero. Prendido. Te hago las preguntas. Las contestas. Luego las retocamos (sobrios), y luego de revisarlas las publicamos.
…y ni yo, entrevistador, me he percatado, pues, Pedro Varguillas, poeta recién galardonado con el DAES de poesía, sin esperar la primera pregunta dio la primera respuesta:
PV: Qué te puedo decir. Son veinte poemas. Catorce de esos los escribí en cuatro horas un día antes de cerrar el plazo de la recepción de los textos. Los otros seis los venía escribiendo porque tenía la idea de escribir sobre el payaso, que es el novio de mi ex (nota de FC: parece que ya no ex). Que esos catorce poemas los construí a partir de mis manuscritos de poemas que había obviado, o de versos que me gustaban y tenía la idea fija alrededor de ellos, y que con el payaso encontraron forma. Ese librito es un trabajo de revisión que tomó forma y unidad de libro.
(FC ha enviado un zumbido).
Estaba desesperado, Varguillas llevaba varios minutos de silencio y yo me estaba imaginando lo peor. Luego recibo un mensaje de texto al celular. No contesta, claro, porque se ha ido la luz.
Minutos después…
PV: Volví —dice la luz a través de Pedro.
FC: Continuemos. ¿Qué importancia tiene ese premio (si es que la tiene) para ti?
PV: La mayor importancia del DAES para mí es que siento que por fin puedo verme en igualdad con mis amigos, como tú por ejemplo, que ya se habían ganado el premio en ediciones anteriores... Este premio, como es sabido, es la ambición de todos los estudiantes en todos los niveles de la ULA. Entre sus antiguos ganadores hay gente como Simón Zambrano, Mariano Nava, Alirio Pérez Lo Presti, Gónzalo Fragui... Mira, gente dura, pues.
FC: En fin, que te importa este premiecito, ¿no?
PV: También tiene entre sus ganadores a una Emilia Miranda a una Vanessa Márquez, al siempre honorífico Eric Urriola, al gran Boris Angulo, y por supuesto al pequeño y carismático Gabriel Campero.
FC: Hombre... Deja la jaladera de *olas... Habla más del premio.
PV: El premio también consta de una dotación en metálico de mil bolívares fuertes, (un millón de los viejos), la publicación del libro y, desde este año, una beca hasta que me gradúe.
FC: ¡*oooooooño! ¡Beca!
PV: Fabián, yo siento que este premio es un gran incentivo para mi poesía y para mí como "poeta". Además, como te dije antes, es un premio que toda persona que quiera o tenga aspiraciones de escritor en la ULA debe ganarse o quiere, aunque sea, ganarse. Lo de la tajadita de la beca, cuando vengas nos vamos a que Ligia (tasca) un rato.
FC: ¿Cuántos libros aspiras comprarte con mil bolívares? (Digo, en la (librería) Nexos, porque ya sabemos que en La (librería) ballena blanca se te van en los cafés).
PV: Ahí te va la lista: Antología poética de Fondo de Cultura Económica de Montejo, la Obra entera de Cadenas por el FCE, Todos han muerto de Barroeta por Candaya. Y lo que sobre será para comprar un montón de libros editados por Monte Ávila, entre ellos el de Pérez Só, el de Calcaño y otros que tengo apartados en La (librería) del sur. El resto lo meto en un plazo fijo en un banco que no vaya a quebrar.
FC: En un banco de plaza...
PV: Ya va, dije que los de Montejo, Cadenas y Barroeta me los quiero comprar, eso no quiere decir que los encuentre en los anaqueles de las librerías y pa’ la Nexos es donde todos vamos (valga la cuña aunque no nos den descuentos).
FC: (Risas).
PV: O en el (banco) Venezuela…
FC: Deja de tirarle al pobre gobierno, que hace lo que puede...
PV: Chamo, dale tú y lo del gobierno... ¡Pilas que nos cierran el blog! Pasa la otra pregunta.
FC: Hombre, es que hay que reconocer, honor a quien honor merece, y este es un gobierno muy eficiente…
PV: Epa, una cuña. A Luis Alberto Crespo Monte Ávila le acaba de publicar su último libro "Se". El que no lo tenga que salga a buscarlo.
FC: … Fíjate la diligencia con que están destruyendo el país.
PV: Demasiado... ¿No te dije que se me acaba de ir la luz hace rato por tercera vez en el día? Bueno, mejor dicho, por primera, porque se fue a eso de las 12 (am).
FC: Hombre…
PV: Chamo, ya, la entrevista, *oño.
FC: Volvamos a lo que nos concierne. Veo que andas muy interesado en la poesía. Claro, escribes poesía, eres poeta…
PV: Y tú narrador que estaba empeñado en que yo era narrador. Y poeta no soy.
FC: No necesitas nada de la narrativa.
PV: Yo no me creo poeta.
FC: ¿Qué te crees?
PV: SUBRAYA ESO: NO ME CREO POETA, NO SOY POETA… Makario.
FC: *erga, esta entrevista, la censura más arr*cha que va a atravesar, va a ser la autocensura... ¡Viva Cháv*z, carah!
PV: (Risas) ¡En Sabaneta!
FC: ¿Te crees Makario? Hombre, no te pongas con mamagu*vadas. Escribes poesía, Ganas concursos de poesía…
PV: Sí, me creo Makario. Por ejemplo, cuando hablo conmigo mismo, por ejemplo en la cola del banco, me digo cosas como "cónchale, Makario, tú tal cosa... etc."
FC: Publicas libros de poesía, y yo sé que eso no es suficiente para ser poeta, yo lo sé Pedro, yo realmente lo sé, pero tienes un rasgo característico de todo buen poeta: te caes a curda en la (tasca) Cibeles y donde Ligia (tasca también). Y eso, amigo mío, es algo que no cualquiera hace en Mérida (risas).
PV: Me caía, Fabián, porque eso está muy caro y lleno de sifrinos. Chamo, además, un concurso lo gana cualquiera. Si no, pregúntale a Alessio Chinellato, reconocido lingüista, autor de la GPD (Gramática Poética Degenerativa), un método para escribir poesía infalible que fue publicado en el periódico Bello Púbico hará casi dos años.
FC: Oye, sí, lo recuerdo. Hombre, pero ya tienes beca y premio. Deberías proponerte retomar esas lides etílicas. Hay tanto buen poeta cayéndose a curda ahora mismo en la (tasca, ya lo dije) Cibeles (suspiro nostálgico).
PV: Ahora voy al Castillito de Eladio frente al Banesco del Centro, donde ponen vallenato y la negra está en 2,5 Bs F.
FC: ¡*oooooooooooooooooooooño!, El Castillito de Eladio es lo máximo. Ahí se llevan los buseteros a sus jevas. Mira, seriedad. Retomemos la entrevista que esto no es mamadera de gallo, esto es poesía, hombre. Poesía. No perdamos cierta compostura, cierto mínimo apego por la solemnidad. Mira, y hablando de poesía y de solemnidad, ¿tú no tienes un manifiesto, un grupo neo-post-neo-ultra-post-vanguardista?
PV: Esoos mismos, los buseteros y sus jevas. Recuerdas que el primer poema serio que escribí, digo serio y ni yo me lo creo, te lo mostré en la (tasca, *oño) Cibeles el día que íbamos a hacer el programa con la profesora Carmen Díaz. Y no lo hicimos porque los de la radio estaban haciendo campaña por el referéndum.
FC: Hombre, no difames, ese día no hubo programa porque había un *arajo que nos tenía mente (así mismo, mente) y el tipo se trajo a un grupito de músicos chavist*s y nos usurpó el horario... No era por campaña...
PV: ¿Pero ellos no tenían una canción que decía “sí” como treinta veces en los dos coros?
FC: No recuerdo. Volvamos a la entrevista.
PV: Chamo, para el festival mundial de poesía del año 2008, al cual fui invitado como parte del comité editorial de Bello Púbico, escribí un poema que decía "yo soy hijo de lo pos, pos, pos moderno/ mezcla de zombie, de alien y de injerto...
FC: ¡Oh!
PV: Yo actualmente no me considero un tipo nada vanguardista, más bien me siento prevanguardia, entre el barroco, las cuevas de Altamira, el palimpsesto del teórico francés este cuyo nombre ahorita no recuerdo (sabes que con los nombres soy terrible) y los simbolistas franceses, ligado con la poesía de Simón Díaz y Rafael Escalona y Vinicius de Moraes.
FC: Festival ch*vistoide (es decir, mal organizado, que en eso sí son muy eficientes (segunda vez que lo digo)) donde por cierto dieron un espectáculo para el olvido de dimes y diretes (que por fortuna los problemas de sonido hicieron casi imposible de entender para quienes no estaban cerca) entre ustedes, los bellopubianos y un grupo bastante gracioso (son unos humoristas) de buenos poetas forjados en los largos insomnios etílicos de la (no repito) Cibeles y la Viuda (que es la tasca de Ligia).
PV: Chamo, a la entrevista.
FC: Claro, te preguntaba qué clase de poeta te crees tú si no tienes manifiesto, ni grupo, sino una vaga publicación religiosa, Bello Púbico, plagada de textos para el olvido (algunos se salvan, hay que reconocer).
PV: Chamo, sin mucha habladera de paj* porque ustedes los antiguos galardonados del DAES hablan mucha pajit*.
FC: Es que no se me ocurren preguntas.
PV: Entonces yo te pregunto a ti.
FC: Solamente digo *ainas para picarte o picar a los improbables tres lectores de esta entrevista que sabemos quienes son. Mira, contesta.
PV: ¿Qué se siente hacer una entrevista un sábado en la madrugada de premio DAES a premio DAES, de narrativa a poesía?
FC: ¿Qué clase de poeta eres?
PV: Yo te dije que no soy poeta
FC: Se siente un gran extravío...
PV: ¿Por qué extravío?
FC: Hombre, ¿acaso no se nota?
PV: Chamo, yo me siento bien. Esta entrevista va a quedar del *arajo, ¿no?
FC: Estás prendido.
PV: ¿No, y tú?
FC: No era una pregunta. No tengo idea de cómo voy a editar esta *aina. Mira, volvamos a la entrevista.
PV: Eso es usted, chamo, que se va a la FILUC con una botella de ron Naiguatá (eso es con acento gocho, usted sabe).
FC: ¿En qué trabajas actualmente?
PV: En un poemario que ya me ha llevado casi un año, titulado"Sin título". Pero matando tigritos y como preparador de la cátedra de Literatura Española del Departamento de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Humanidades y Educación. ¿Y tú en qué estás trabajando?
FC: En la tesis. (E)Mira, si tuvieras que decir qué voces de qué poetas de que te has nutrido están, de un modo u otro, en tu poemario, ¿a quienes señalarías?
PV: En los poemas del payaso: La voz de Cadenas en el Amante y de Pérez Só en Tanmantra, en "Sin título" Luis Alberto Crespo se lleva casi todo el crédito. Pero hay mucha gente hablando por mí ahí.
FC: ¿A quiénes te refieres?
PV: Gerbasi, Emira Rodríguez, Enriqueta Arvelo Larriva, Cadenas, Lucila Velasquez, Ramón Querales, Nezahualcóyotl.
FC: ¿Y crees que has desarrollado ya tu voz propia o aún te sientes lleno de influjos, contagios, de otras voces mayores?
PV: Para eso falta mucho. Sin embargo, mientras más influencia de las voces mayores haya en mi poesía creo que estaré más satisfecho. Pero sí me siento cómodo con un estilo de poesía que quisiera escribir.
FC: ¿Cuál es ese estilo?
PV: En estos libros es bastante íntima y existencialista.
FC: ¿Y si te extravías, y si desapareces? ¿No le temes al mote de poetica crespiano?
PV: No creo extraviarme, ni desaparecer, menos con las sendas tan amplias que han creado nuestras grandes voces. NO le temo.
FC: A ver…
PV: Lanza preguntas que me estoy durmiendo y la compu se está recalentando…
FC: Has hablado de la grandes voces de la tradición venezolana, si tuvieras que nombrar una trinidad de la poesía venezolana, ¿quiénes la conformarían? Los tres poetas que para ti sean, de un modo simbólico, la poesía venezolana.
PV: Yo no hablé de grandes voces, el primero en utilizar el término aquí fuiste tú. Mi trinidad es esta: (Vicente) Gerbasi, (Luis Alberto) Crespo y (Luis Enrique) Belmonte. Aunque Belmonte no tenga nada que ver con Gerbasi o Crespo. O muy poco si es que tiene algo que ver.
FC: Pero Belmonte es muy reciente. Su obra está por completo inacabada. Dónde dejas a Ramos Sucre, por ejemplo.
PV: No me hagas hablar de obras inacabadas, que tú una vez dijiste que mientras no se publiquen más libros la obra está acabada. (Nota de FC: Yo no sé cuándo dije esto).
FC: Sí, pero Belmonte no tendrá ni 40 años.
PV: Te estoy siendo sincero, Fabián. Pero Belmonte me hace llorar; ¡cada vez que lo leo Ramos Sucre no! Sólo lloré o casi lloro con La tarea del testigo que es sobre Ramos Sucre.
FC: Entiendo (le digo, pero la verdad trato de entender). Te refieres a tu trinidad personal.
PV: Exacto. Ahora, si quieres preguntar por una trinidad nacional, pregúntale a Carlos Sandoval o a Víctor Bravo. Y pienso que si hablamos de poesía venezolana escrita por menores de 40 años Belmonte es El Padre, Villamediana El Hijo (aunque tiene más de cuarenta) y el espíritu santo aún no sé quién es… Agrega esto por favor
FC: Bueno, ya que hay tanta tensión con esto de los géneros, dame una trinidad femenina de la poesía venezolana.
PV: La mía: Enriqueta Arvelo Larriva, Miyó Vestrini, La Gran Desconocida Emira Rodríguez, tú sabes: "hoy estoy triste de estar lejos y miro en el espejo buscándote”.
FC: A ver. Ya finalizando. Me has comentado, fuera de la entrevista, que el Bello púbico se está preparando para su relanzamiento.
PV: Sí, vamos a relanzarlo
FC: ¿Qué podemos esperar de los bellopubianos en esta nueva etapa de la revista? Recordemos que una de la cosas criticadas hasta el hartazgo era la cuestionable calidad de los textos y una de las siempre aplaudidas, el carácter innovador, lúdico, del diseño.
PV: Pensamos encargarnos, el grupo editorial, sólo del diseño y de la editorial, y el contenido del periódico pensamos hacerlo con colaboraciones de jóvenes escritores venezolanos. Creo que el Bello entra en una etapa un poco más madura donde intentaremos irnos un poco al análisis pero intentando alejarnos todo lo posible de ese aire tan pesado de la academia. Vamos a hacer una campaña vía e-mail, tenemos una lista muy, muy larga de emails invitando al blog del Bello donde subiremos el periódico y están colgados los otros, http://www.bellopubicox.blogspot.com/, e-mail: bellopubicox@gmail.com y bellopubicox@hotmail.com.
FC: ¿Seguirá siendo de una sola hoja?
PV: Sí, una sola página
FC: Y si piensan abordar el análisis, ¿cómo lo resolverán con tan poco espacio?
PV: Con unas editoriales duras, que vayan de la mano con el diseño.
FC: Y tendrán un filtro editorial más riguroso, espero.
PV: Como te dije, Fabián, vamos a trabajar con colaboradores, pero la intención es buscar a la mejor gente que esté escribiendo y sean chamos, en toda Venezuela. En eso el facebook nos facilita el trabajo.
FC: En fin, el Bello vuelve.
PV: Sí, el Bello vuelve más bonito. Chamo, esta entrevista está muy larga.
FC: Ya para cerrar, ¿qué significa la ciudad de Mérida en tu poesía?
PV: La gran herida
FC: ¿Qué esperanzas albergas sobre el futuro de la literatura en Venezuela?
PV: Chamo, ¿por qué tú siempre tienes que hacer esa pregunta? Siempre que la haces me acuerdo de aquel escritor caraqueño que en una Bienal Picón Salas no pudo nombrar diez cuentistas venezolanos.
FC: Fleján.
PV: Yo no quería decir nombre, mira que ese tipo tiene contactos.
FC: (Risas). Él sabe la pena que pasó.
PV: De repente y venía de la cabaña de los panas de Plátano verde y por eso no supo responder…
FC: Mira, no nos bifurquemos.
PV: Pues de la literatura venezolana espero lo mejor, con gente como tú y los salmones uno puede esperar cosas muy buenas.
FC: No, en serio.
PV: Fabián, no he dudado ni un sólo momento desde que entré a la Escuela de Letras en el porvenir de la literatura venezolana.
FC: ¿Qué sueño tienes como poeta?
PV: La paz mundial.
FC: (Risas). ¡Esa fue la mejor! ¡Vas a ser el primer poeta de la historia en recibir el Nobel de la paz!
PV: Y además de la paz mundial y de que Majo vuelva conmigo, que algún día los chamos o la gente en general (eso a propósito de los periodistas o redactores de Pico Bolívar) se dediquen mis poemas, y se enamoren o se ayuden en el despecho o en la vida misma al mejor estilo de Coelho, tu familiar lejano.
FC: Bello. Bello como los vellos púbicos. Mira.
PV: Háblame.
FC: Continúo. Estamos finalizando.
PV: ¿Más? Chamo, muévelo.
FC: ¿Crees en la literatura?
PV: Totalmente. "La literatura es mi vida", dice un cartelito en la entrada de mi apartamento.
(PV te ha enviado un zumbido).
FC: ¿La literatura salva?
PV: Salva y sana como cuando la gente tocaba manto sagrado, antes de que pare de sufrir quebrara.
FC: ¡Hermano, gracias por su tiempo!
PV: De nada. Me voy a dormir. Cuando tengas la entrevista lista me la pasas.
FC: Sí va. No sé cómo *oño voy a convertir esto en algo coherente. Pero bueh...
PV: No debe ser coherente. Pilas con lo que haces. Primero me lo pasas a mí.
FC: Seguro.